Café espresso vs percoladora
>Por la tendencia del mercado, la mayoría de los negocios deciden utilizar una máquina de Espresso, pues permite hacer Espresso, cappuccino, latte y una especie de “café americano” que es básicamente un Espresso diluido en agua, mientras que las cafeteras percoladoras, otro gran clásico, lo único que nos permiten hacer es café americano.
Entonces, se preguntarán, ¿por qué elegir una percoladora si una máquina de Espresso me permite hacer “café americano”, además de cappuccino, Espresso y lattes? La respuesta está en el volumen: una percoladora nos permite preparar, dependiendo de la capacidad de la misma, desde 8 hasta 48 tazas de café americano de un solo golpe, y mantener ese café listo para servirse inmediatamente durante una hora y media, mientras que en una máquina de Espresso la producción es máximo de dos en dos tazas con una persona dedicada a esa preparación al 100%.
¿Diversidad o cantidad?
Pero más allá de la cantidad, la verdadera pregunta es la siguiente: ¿en qué contexto vamos a usar la cafetera? Por ejemplo, si el volumen de venta de café en nuestras horas pico es muy alto, podemos reforzar la producción con una percoladora, en el afán de atender más rápido a los clientes que sólo quieren un americano e irse (por ejemplo, a la hora de comprar el café antes de entrar a trabajar, o si ofrecemos refill de americano, como en muchos lugares que sirven desayunos). Por otro lado, si el volumen de venta no es tan alto y vendes un café cada cinco minutos y tus consumidores suelen elegir indistintamente un capuchino, un espresso o un café latte; lo mejor sería una máquina de espresso.
¿Cuánto produce una cafetera?
Una vez que tenemos claro qué tipo de máquina o máquinas necesitamos para nuestro servicio, viene la cuestión de la capacidad de producción. En el caso de las máquinas de Espresso, la disyuntiva normalmente viene entre una máquina pequeña “de un grupo” (así se llaman) que generalmente cuenta con una capacidad de 120 tazas por hora, y una “de dos grupos”, con hasta 240 tazas producidas por hora. ¡Pero atención! Esta capacidad de producción se refiere únicamente a tazas de Espresso: no de cappuccino, ni de americano, ni de agua caliente para tés.
Con respecto a lo anterior, de hecho es común que una vez que se considera la preparación de bebidas que son muy intensivas en el uso de vapor o agua caliente, la capacidad real de producción se ve muy reducida, y, si no elegimos la cafetera correcta, nos puede meter en serios problemas de operación, pues constantemente nos encontraremos con una cafetera que se enfrió y que pierde la capacidad de sacar vapor o agua caliente hasta que se recupere (algo que puede tomar mucho tiempo si hay alguien esperando por un pedido).
Como regla general, yo siempre recomiendo a nuestros clientes que van a poner una cafetería que utilicen como mínimo una cafetera de dos grupos, pues lo más común es que en horas pico la demanda de café y té puede ser tal que una cafetera de un grupo no aguante el ritmo, incluso si la cafetería es relativamente nueva (ejemplo: Un sólo cliente entra con una orden para una oficina de 4 cappuccinos y 3 americanos más 2 tés). Si, en cambio, se trata de un negocio que sirve café más pausadamente, sin horas pico, sin clientes entrando con grandes órdenes de café, entonces puede funcionar con una cafetera de un solo grupo.
Cafetera superautomática, automática y semiautomática
La automatización de las cafeteras está estrechamente ligada con el nivel de atención que queremos poner a la preparación de café, el producto final que quieres entregar al cliente, el presupuesto que tengas para comprar el equipo y el personal que vayas a contratar. A continuación veremos los tres principales tipos.
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